domingo, 17 de mayo de 2009

Mi primaria y yo - Reflexión Final

Al principio, tenía miedo de ir a la primaría, yo nunca había dado clases con anterioridad y no sabía qué era lo que le podría ofrecer a niños de primaría que no conocía. Pero tenía que asistir, así que empezamos la primera clase. Vaya, fue más fácil de lo que pensaba, los niños escuchaban y estaban dispuestos a seguir instrucciones. Las cosas se iban facilitando cada vez más, existía confianza y gran ambiente entre los alumnos y nosotros. Debo decir que esta experiencia me dejo un gran sabor en la boca, ya que pude aportarle a gente más joven la oportunidad de que desarrollen valores importantes que aplicaran el resto de su vida, con temáticas que les enseñábamos de manera que pudiera ser interesante y atractiva para ellos. No solo ellos aprendieron, también yo lo hice, conocí cosas de mí que no sabía, y por lo que agradezco la oportunidad.

Adiós y Gracias por todo :)

Reflexión Final

Cuando recién empezamos las clases, no tenía idea de lo que este grupo me dejaría. Pensaba que solamente cumpliríamos con una labor social que nos sumarían puntos para nuestro servicio social. Pero cuanto más pasaba, mas me daba cuenta que esta clase tenía su objetivo, y que me serviría para mejorar como persona. Supongo que debería de empezar con nuestro primer encargo en la clase: Identificar las competencias cívicas y éticas que nos rodean en nuestra forma de ser diaria. De las 10 existentes, solo contaba con 6 en ese momento. El curso que tomamos me ayudaría a desarrollar un poco de las demás durante el semestre.

Después tuvimos una tarea sencilla pero muy interesante, que era realizar una reflexión sobre un resultado en una página de internet sobre mi consumo de recursos, en otras palabras, mi huella ecológica. Fue sorprendente, ya que toda mi vida la he vivido en comodidad y por esto, obviamente que el resultado me iba a decir que la huella sería de gran tamaño. Es por eso que me comprometí a tratar de disminuir el daño que causo con acciones de ahorro acá en la casa, cosa que hago cada vez que me es posible. Además es algo que le decíamos a los niños durante nuestras asistencias a la primaría, así que lo más razonable es que prediquemos el ejemplo de nuestras enseñanzas. Cerrar la llave del agua cuando no se esté usando, apagar las luces cuando salimos del cuarto, desconectar los aparatos eléctricos por las noches, son algunas pequeñas acciones que aun que no lo vemos, acumulándose pueden ayudar mucho a mejorar la vida en el planeta.

Una parte muy interesante del curso es cuando realizamos el primer proyecto: Un día sin auto. Vaya que aquí aprendí mucho, tal vez no tuvo tanto éxito pero aun así a mi me dejo mucho. Yo estaba a cargo de un video promocional, para el cual tuve que investigar mucho sobre el daño que causa al planeta tanto automóvil. Es sorprendente que dependemos mucho de un auto cuando existen tantas formas incluso más sanas de transporte. Sobre el mismo tema, la maestra un día llevo a un invitado especial que nos hablo de porque un día sin auto es difícil que funcione aquí en Culiacán y que nuestra ciudad no es una ciudad que está hecha para caminar por grandes errores de vialidad que no proporcionan condiciones seguras para los peatones. Aun así, el día del evento pudimos observar como gente llegaba al Tec caminando y con eso tuve la alegría que por lo menos nuestro mensaje le había llegado a algunos estudiantes y maestros.

Otro tema muy bueno del grupo fue cuando la maestra nos llevo un video a la clase sobre los inmigrantes, el cual había mencionado en un post anterior. Vaya que es increíble que nosotros quejándonos de la dificultad de acceder a Estados Unidos cuando el simple hecho de entrar a nuestro país es muy difícil. La gente de pocos recursos que busca superarse tiene que pasar por muchas dificultades antes de lograr ganar un poco de dinero en el extranjero, arriesgando completamente su vida por todos los peligros que hay en nuestro país. Discriminación, violencia, abuso de poder son cosas que sufren estas personas incluso en el momento que escribo este texto y lo cual me causa tanta impotencia por el simple hecho de no poder hacer nada para ayudar.

Los tipos de proyectos fue algo que también dejo mucho, ya que aprendí cuales eran las diferencias entre uno voluntario, uno solidario y uno sostenible, así como las personas implicadas a que estos proyectos se den. Debo decir que yo ya contaba con algunos conocimientos del tema, pero incluso así, el investigar sobre esto fue una experiencia enriquecedora, ya que pude ver ejemplos de organizaciones internacionales, nacionales e incluso de nuestra propia ciudad que buscan gente que quiera realizar labores por nuestra sociedad y medio ambiente. Cosa que no todos están dispuestos a hacer, ya que viven en la comodidad y no piensan en las demás personas. Gracias a Dios que tenemos estas oportunidades de ayudar al prójimo, donde ellos y nosotros nos desarrollamos de la misma manera.

Con esto, cierro mi reflexión final, agregando que además de reforzar mis valores: “Me conozco, me valoro y me regulo”, “Respeto la diversidad”, “Me comunico y dialogo”, “Participo”, “Respeto y valoro la justicia y legalidad”, “Me comprometo con mi comunidad, con mi país y el mundo”, Pude desarrollar nuevas competencias que me servirán en un futuro para ser una mejor persona, que pueda causar un cambio en nuestra comunidad, los cuales son “Convivo de manera pacífica y democrática”, “Soy crítico”. Sé que faltaron dos valores, pero honestamente pienso que esos dos no desarrollé en este semestre, pero quien sabe, quizá y después encuentre una razón para creer en ellos.